autorizada la reproducción parcial o total citando la fuente: datostextuales.blogspot.com y http://www.trama.biz/ Mujeres en Política
“Las mujeres, aunque han ganado la calle, no han perdido a la familia”
“La ley de cupos obliga a los partidos políticos a hacer participar a las mujeres que introducen en la política los temas que son de la vida cotidiana”, pero además se ha ido “ganando socialmente la idea de que no es bueno que el hombre esté solo en ningún lado”
Pueden ser jóvenes o mayores, pertenecer a la “nueva (centro) derecha” o militar en partidos con mayor o menor tradición dentro del progresismo, pero todas las entrevistadas coinciden en una visión muy similar acerca de la política y el rol / espacio / lugar que la mujer tiene.
Luchadoras, concientes de que deben aprovechar la oportunidad que se les brindó (o que lograron) deberán defender a sus pares, dar voz a los reclamos, instalar en la agenda temas nuevos (o desconocidos) para sus colegas varones tales como violencia familiar, deudores alimentarios, cuestiones relacionadas con la salud, la prevención, la educación sexual…
En la conciencia de su propio rol entienden que ellas son las que –en el mundo de la política- tienen la capacidad de “ponerse en el lugar del otro”. Las mujeres en política son las que se ocupan de “llenar de vida cotidiana la agenda política”.
El cuerpo y la imagen
Ocuparse de la apariencia personal aparece como una tarea cotidiana y “natural” de todas las mujeres. Sin embargo, esta tarea, se convierte en una obligación y en una exigencia para aquellas mujeres que alcanzan una mayor notoriedad en la vida pública. La imagen y lo físico se transforman en elementos que son continuamente evaluados.
A las políticas les “molesta”, pero consideran “un mal necesario” estar siempre listas para la aparición pública. Siempre habrá algún curioso (periodista o funcionario) que estará prestando atención a lo “adecuado” de su aspecto.
Diferenciándose de sus colegas varones, las mujeres en política no sólo deben ocuparse de la ropa sino también de su físico, no deben ser muy gordas, ni llamativas, si hay curvas mejor disimularlas. Si bien podría considerarse este proceso como una “masculinización”, el mismo debe mirarse desde una óptica tendiente a la “neutralización del sexo” más que al travestismo.
“...me parece que la mujer naturalmente es coqueta y en realidad si vas a estar más expuesta a algo más público, si uno es más coqueto naturalmente vas a ser un poco más. Y no me parece que esté mal, siempre y cuando sea una cosa moderada que sea porque lo requiere la situación.” (mujer menor 40 años- centro izquierda)
“Sí, me parece importante lo del aspecto físico, me parece mentira pero sí es importante, pero tanto en un hombre como en una mujer. Me parece que la apariencia no me parece una cosa menor, no me parece lo fundamental por supuesto (...) me parece que suma algo.” (mujer menor 40 años- centro izquierda)
“...lo que yo hago es mirar la noche anterior cómo es la agenda del día siguiente y trato de ponerme una ropa que pudiera ser funcional para estar desde la mañana a la noche con algo que en algún lugar podrá ser un poco más y en otro un poco menos pero no va a desentonar en ningún lado (...) son como estrategias de armonización y no desentonar en los lugares que voy...” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“...la mujer tiene que superar prejuicios, tiene que estar todo el tiempo dando un examen doble, los periodistas te miran la pilcha, te miran si estás gorda o flaca...” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“...ponerme esos famosos trajecitos y todas esas cosas no me gusta, me hacen sentir incómoda (...) esa cuestión ceremonial de que tenemos que ir pintadas y arregladas porque es un acto donde se anuncia alguna cosa y un poco me molesta. No me desagrada vestir bien, soy ubicada al lugar donde tengo que ir, pero no me gusta esa exposición de la mujer desde la vestimenta, porque en realidad las mujeres deben ser respetadas por sus ideas, por sus discursos y por sus accionares. No por la ropa que llevan puesta.” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“La mujer corre con desventajas, muchas veces cuando la mujer está dando un discurso político el hombre del otro lado está mirando cuáles son sus atributos físicos o mirando su vestimenta, pero no está escuchando su discurso .” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
La esfera pública y la esfera privada
Las mujeres han trazado nuevos horizontes para sus expectativas de desarrollo personal, por fuera de la esfera privada. Pero este corrimiento en las aspiraciones personales tiene como correlato la aparición de tensiones, conflictos y contradicciones, que se traducen en una continua negociación entre la vida profesional, la vida laboral y la vida familiar. La consecuencia de todo este proceso es que las mujeres experimentan una acumulación de tareas y una superposición de roles; ambas determinan una actividad cotidiana demasiado exigente. Paralelamente, aquellas que quedaron abocadas exclusivamente a las labores domésticas, subestiman y descalifican su trabajo diario.
En el caso de algunas políticas mayores de 50 años, procedentes del interior del país, se tiene una imagen más tradicional de la pareja y sus roles. Esto podría ser curioso, pero –a mi juicio- tiene más que ver con las características de la entrevistada, es del interior, pertenece a una familia tradicional, considera su lucha más como un éxito personal y lo liga menos a las cuestiones de género.
“Bueno, la mujer ha salido, ha luchado y ha peleado y por eso está instalada en la sociedad tratando de lograr la paridad con el hombre. Pero por otro lado tiene una sobrecarga, o sea la mujer no llega a la casa y se tira a mirar televisión, como hacen los hombres, tiene otra carga diferente. Hoy la mujer no solo cumple el rol de empresaria, también es mamá, esposa, amiga, amante, es todo. El hombre no, el hombre es empresario y llega a la casa, está todo bien. Esa es la impresión que me da, que la mujer no le pudo hacer entender al hombre que las tareas deben ser compartidas, que tenemos que tener igualdad en todos lados, no solamente afuera de casa, sino adentro de casa. Quizás sea un problema propio de las mujeres, o quizás los hombres se hacen los desentendidos, realmente no lo se pero creo que la mujer tiene una sobrecarga y que si bien es cierto que la mujer se ha animado a salir, creo que cuando un hijo está enfermo la que falta al trabajo es la mujer, que cuando hay problemas con familiares, suegros, padres, la que corre es la mujer, el hombre no.” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“Lo que sí es cierto es que hay un contexto histórico más concreto donde ha habido más participación en esto, participación profesional, laboral de la mujer, de aumento de inserción en el mercado de trabajo. En este contexto yo creo que hay mucha presión para las mujeres, vivimos una sociedad de bastante transición en ese sentido, donde la mujer está cada vez más haciéndose cargo del espacio público, del de representación, del de poder, del de tener lugares a los que antes no accedía, pero no hay un proceso que acompañe a la par de éste, del hombre, de hacerse cargo de las responsabilidades familiares (...). Así que no es solo un problema de mi generación, sino de generaciones posteriores. Entonces es como que hay socialmente, en algunos casos se viven como una esquizofrenia, si uno mira las publicidades por ej. las mujeres son fantásticas, bellas, hermosas pero siguen siendo las maravillosas amas de casa que compran el mejor detergente. Entonces, esta dualidad de tensión muchas veces es para las mujeres muy estresante, porque es esta historia de la doble tarea, el trabajo doméstico que sigue siendo para la mujer y el trabajo remunerado y hasta el triple porque también el comunitario y el social.” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“... las mujeres pueden empezar a pensar más en qué quieren ellas, en su propio proyecto personal, entonces decir qué quiere estudiar, en qué quiere trabajar y se puede proyectar más allá del hecho de ser madre. Porque antes aparecía la maternidad no como una elección sino como el único destino posible.” (mujer mayor 40 años- centro izquierda)
“...al fin al cabo lo que se perdió es que el tránsito nuestro a la calle no ha sido acompañado al tránsito parejo de ellos hacia la casa, que es lo que debiera haber sido, pero no se dio.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“... te digo ama de casa también, que hace todas las cosas de su casa y que muchas veces dice de sí misma “no trabajo” y sin embargo trabaja por ahí mucho más que muchos varones y que muchas mujeres (...) nosotros tenemos una sociedad que más bien ha instalado que el trabajo de la casa no es trabajo, que la señora que está en la casa no trabaja.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“A mi me parece que todavía hay gran parte de las mujeres que estamos embretadas en ser mujeres independientes, que trabajemos, que tengamos nuestro espacio y en ser buenas madres, buenas esposas, llevar el hogar adelante, como que por más que hemos avanzado yo siento que esa contradicción sigue estando” Eso sí me parece una contradicción fuerte que todavía no resolvimos. No se si nuestras madres, o sea las mujeres que tienen 60 o 65 años, tenían esa misma contradicción, me parece que la resolvían más para el lado de dedicarse a la casa. La mayoría era “dejo la profesión porque tengo hijos y tengo que seguirlos”. No se si en el futuro a lo mejor lo podrán resolver para el otro lado, creo que hoy en día es un conflicto que recorre a la generalidad de las mujeres que son profesionales y a su vez forman una familia. Después está toda la otra realidad de las mujeres que tienen que trabajar porque a lo mejor necesitan ese ingreso como para sostener el hogar, como mujeres solas y demás...” (mujer menor 40 años-centro derecha)
“Me parece que en ámbitos por ej. vinculados con la política la posibilidad de participar e integrar espacios de discusión me parece que los fuimos ganando.” (mujer menor 40 años-centro derecha)
“...el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres fue el producto de una lucha importante, entonces desde ese lugar hasta el día de hoy hemos ido ganando poco a poco, pero creo que vivimos en una sociedad que todavía tiene y manifiesta en conductas y formas de pensar un pensamiento donde la mujer, como era antaño, tiene que ocuparse de la casa, de los hijos, del foro interno y el hombre de lo que tiene que ver con lo externo. Me parece que eso no es fácil borrarlo de un día para el otro, creo que hemos ido dando muchos pasos y siento que todavía falta mucho por hacer.” (mujer menor 40 años-centro derecha)
“Bueno, sin dudas nos ha llegado el tema de la incorporación de la mujer al mercado laboral en todos los ámbitos, eso es un cambio importante, en salir, empezar a salir un poco de los estudios de género del ámbito de la mujer reservado exclusivamente a lo privado y el ámbito del hombre reservado exclusivamente a lo público. Creo que esto está empezando a cambiar definitivamente desde pequeñas cosas, desde que el ama de casa sale a buscar un gimnasio o una actividad fuera de su casa hasta que mujeres también participan más de la vida pública o empresarial. Sin embargo, creo que hay mucho por hacer, porque los lugares de mujeres en posiciones de toma de decisiones todavía son muy escasos.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“Bueno, esta cuestión de que las mujeres somos como una multiorquesta adentro de la casa, del orden, del planchado, el lavado, los chicos, la levantada, la acostada me parece que sirve en el ámbito de lo público para tener mejores organizaciones, más circulares, más claras, mejor comunicación” (mujer menor 40 años-centro derecha)
“Bueno, el problema es que ahora estamos todas en una doble jornada de trabajo, porque al no haberse reacomodado el espacio del trabajo reproductivo ni el trabajo doméstico las mujeres estamos mayoritariamente en una doble o triple jornada y no se ha producido un acomodamiento de equilibrio, no?...” (mujer menor 40 años-centro izquierda)
Mujer y poder / mujer y política
Acceder a espacios de poder, para estas mujeres, es considerado por ellas como un plus en su mandato, no sólo deberán rendir cuentas a sus electores, sienten que el lugar que desde el lugar que ocupan deben prestar atención a las necesidades específicas de las mujeres.
Si bien hoy tienen acceso a algunos debates y centros de poder, su participación efectiva en la “mesa chica” no se ha producido.
Hoy en la Argentina “por primera vez en el Ministerio de Defensa hay una mujer, en el de Economía hay una mujer, en el de Desarrollo Social hay una mujer, que además es una experta en temas sociales, cosa que no había ocurrido nunca, ponían a cualquiera en el Ministerio de Desarrollo Social…”
“La Ley de Cupos tardó 8 años en ser aprobada … sabés por qué? Las chicas de la Democracia Cristiana decían ”
Las que tienen mayor trayectoria en la militancia, no consideran que las mujeres que acceden a la política sean profesionales… “Hay gente que te dice y yo digo, andá a mirar los varoncitos que llegan. ..”
Si bien se plantea que el acceso de las mujeres al ámbito de lo público ha mejorado significativamente a lo largo de las últimas décadas, se argumenta que las mujeres no han alcanzado logros comparables con los de su contraparte masculina en materia de poder y toma de decisiones. La equidad de genero en la participación política, se revela así, como una meta central para el desarrollo de una sociedad plenamente democrática. Además, se sostiene que las mujeres no sólo aportan diferentes estilos de hacer política, sino también nuevos temas a la agenda pública, tradicionalmente inscriptos en la esfera privada, que renuevan y enriquecen el entretejido de la vida política.
“En el caso de la Argentina hace 16 años hay una ley de cupos, algunos pensarán que es una ley que solo afecta a las personas que hacen política, pero no es cierto, por dos razones no es cierto, en primer lugar porque el hecho de que haya mujeres en la política y que la ley de cupos obliga a los partidos políticos a hacer participar mujeres ha ido cambiando la política, porque se ha ido introduciendo en la política los temas que son de la vida cotidiana, que son los que las mujeres conocen perfectamente bien.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“... Pero yo tengo muy claro que cuando una mujer accede a un lugar de poder tiene que abrir el espacio para que otras mujeres accedan y lograr paridad cuanti y cualitativa”. (mujer mayor 40 años-centro izquierda)
“Pero yo lo que entendí después de un tiempo es que las mujeres donde no logramos entrar es al núcleo duro de las decisiones. Es decir, hay como una rutinización de sobreentendidos que los hombres tienen, por haber ejercido el poder tanto tiempo, que nosotros no llegamos fácilmente a entender cómo se producen los procesos de tomar decisiones. Inclusive porque, hablando de la Cámara de Diputados que fue el lugar donde estuve, las jefaturas de bloque son de hombres, una mujer puede ser secretario de bloque, puede estar en algún lado pero yo les he preguntado a las que han estado en esos lugares y dicen “no, los diputados te invitan a la reunión grande, pero después tienen su reunión chica”, es decir que en la reunión chica toman las decisiones y después en la otra medio como que te convencen, te hacen creer que tomas la decisión y en realidad la tomaron ellos antes.” (mujer mayor 40 años – centro izquierda)
“Yo creo que la mujer debe ocuparse de todo, que a las mujeres nos representan mujeres o nos representan varones, pero sí creo que mientras subsistan en la sociedad una inequidad de género hacen falta mujeres, hace falta legislación y normas que den cuenta de esa inequidad y se hagan acciones positivas para combatirlas. Sí creo que debe haber políticas específicas para equiparar, creo que debe haberlas.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“Hay una frase muy linda, que algunos les atribuyen a Eva Perón, no estoy segura que fuera de ella, pero dice así “cuando una mujer llega a la política, cambia la mujer”, haciendo alusión al hecho de que si vos entrás en un lugar con códigos totalmente ajenos a vos y tenés que sobrevivir ahí tenés que adaptarte. Y la segunda parte de la frase es “y cuando muchas mujeres llegan a la política, cambia la política”. Entonces, hay dos, cuando muchas mujeres han llegado a llegar de una manera más masiva a la política, es la política la que ha empezado a cambiar. Cuando la mujer está sola en un ámbito muy masculino, bueno, es difícil sobrellevar eso.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“Por ej. se ha empezado a trabajar, gracias a la ley de cupos y que en la Argentina se ha impulsado y se ha impuesto una manera obligatoria que en los partidos de que las mujeres participen en las elecciones políticas, se ha instalado en la agenda política una cantidad de temas que tienen que ver con la familia, que seguramente antes, si los varones eran los únicos diputados, nunca se iban a enterar, no sabían ni con brújula donde estaba la cocina, entonces todos los temas como los de violencia, deudores alimentarios, de salud, de prevención, de educación sexual, todo eso forma parte del hecho de que la mujer ha ido incidiendo en cómo se constituye la agenda política.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“No lo se. Quizás en el orden, en ordenar un poco más la vida, en traer los temas domésticos, en el sentido de traer al mundo de lo público las cuestiones más tradicionales, más de la tradición doméstica. Me parece que pasa más por ese lado. Porque en lo demás me parece que no hay muchas más diferencias. Por lo menos en la percepción que yo tengo no te diría que hay una…, creo que el aporte está más dado en esto de traer los temas domésticos al plano de lo público, imponer determinado orden para que la vida pueda ser tan complicada como es la de las mujeres en este sentido de horarios.” (mujer mayor 40 años – centro izquierda)
“Yo creo que la mujer tiene una visión particular, no se si las que están hoy ven política, pero creo que tienen una visión más particular, que es ponerse en el lugar de la otra persona. Y eso es hacer política. La política no es solamente sentarse para armar unas lista y ver en qué lugar vamos. Me parece que la mujer por ahí sí participa de eso, pero tiene otra postura, que puede aprender a ponerse en el lugar del otro. La mujer ve más la política como un área de gestión, de poder gestionar algo para…, el hombre es el que está más detenido en la estrategia política.” (mujer mayor 40 años-centro izquierda)
“...en el polo donde están los menos poderosos, pero que son más, las mujeres tienen un espacio importante porque en los movimientos sociales o las ONG, las mujeres somos mayoría, así que es bien interesante porque en gran medida si las mujeres hacen valer su espacio la mayoría de los auténticos liderazgos sociales deberían producir emergentes de la política de liderazgo femeninos... ” (mujer mayor 40 años-centro izquierda).
“Bueno, creo que son mujeres que han hecho un proceso en la incorporación de la agenda temática en la vida política y pública de temas que antes no eran políticos (...) Y, temas como la violencia hacia la mujer por ej., que antes se creía que era un tema privado y sin embargo ahora es tema de la agenda pública y se considera como una violación a los DDHH de la mujer. Temas como la ley reproductiva, como el aborto, digo, mucho de esto tiene que ver con el rol de muchas de las mujeres que están en el espacio político.” (mujer mayor 40 años-centro izquierda).
“Entonces, yo pienso que es muy importante que haya muchas mujeres en la política porque ellas van a llevar a la política esa experiencia de vida. Ellas van a llenar de vida cotidiana la agenda política. Eso es lo que la política necesita, ocuparse de las cosas principales que le interesan a la gente.” (mujer mayor 40 años-centro derecha).
El ejercicio del poder y del poder político
Al hablar de poder y de su ejercicio, lo femenino, como atributo positivo aparece en todas las entrevistadas: “el hombre funciona mucho mejor cuando está al lado de una mujer”, aporta a la política “lo privado, lo emocional, el diálogo … armar redes”.
Al contrario de cuanto se enuncia, se declama entre varones, el poder es para todas, de centro derecha o centro izquierda un valor, una buena herramienta para lograr lo que desean realizar.
Se evidencia una mirada romántica sobre el ejercicio femenino del poder, ya que se resaltan atributos como la transparencia, la capacidad conciliadora y la actitud solidaria y democrática de las mujeres que se encuentran en situaciones de poder . El componente “femenino” de estas mujeres aparece idealizado y se lo asocia directamente con lo emotivo y con lo afectivo, elementos que si bien son propios de la vida privada, se trasladan a la esfera pública. Por otro lado, el ejercicio de poder se describe como una actividad placentera y satisfactoria, debido a la posibilidad de decidir sobre otros y de generar cambios. Libre de tensiones y conflictos, el ejercicio del poder, aparece como una herramienta conquistada desde la profesionalidad y la eficiencia.
“Por ahí estoy equivocada, pero me parece que la presencia de la mujer en un cargo a priori me da la sensación de algo más transparente, más honesto. Obviamente hay mujeres deshonestas y hombres honestos, pero me parece que el hombre funciona mucho mejor cuando está al lado de una mujer.” (mujer menor 40 años- centro izquierda)
“...cuál es el rol de la mujer en la política? Bueno, yo creo que aporta lo femenino y lo femenino tiene que ver con estas características de lo privado, de lo emocional, del diálogo, de las relaciones un poco más complejas, o más enredadas, más de armar redes (...) Creo que uno de los principales aportes es la escucha activa, el diálogo, el trabajo en equipo, el menos individualismo, cómo se apoyan en otros.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“... me parece que puede ser que esta misma cuestión del diálogo y de la participación y esta cosa de mayor emocionalidad y sentimientos, bueno, eso también a veces en el ámbito de lo público te traiciona, de repente estás en una reunión y te saltan las lágrimas o querés matar a alguno, esta misma emocionalidad de lo privado te salta en lo público” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“A mi me gusta ocupar espacios de decisión, me gusta hacer cosas y ver los resultados (...) da mucha satisfacción porque ves que se pueden producir cambios y que vos tenés un rol importante, ese poder hacer, ese poder para transformar, poder para mejorar, poder para poder empoderar a mujeres, a ayudarles a generar más autoestima. Eso da mucha satisfacción. Después lo que a veces te deja cuando estás muy demandada es que empezás a delegar cosas desde lo personal.” (mujer mayor 40 años-centro izquierda)
“Si para vos la política es una herramienta de transformación tener un lugar que tenga poder te permite que eso que vos soñás, que aspirás y por lo que venís peleando se pueda concretar. Y desventajas, no se cuáles son las desventajas.” (mujer mayor 40 años-centro derecha)
“...siempre está bueno, es interesante y me parece muy positivo el hecho de estar en un lugar donde uno puede abrirle el camino a otros. Eso te da mucha satisfacción. Es un lugar donde uno puede imponer regímenes de premios y castigos, es decir te esforzaste, cumpliste los objetivos, sos buen compañero, estás trabajando, bueno, darle la posibilidad a esa persona de crecer. Eso me parece re interesante y te da satisfacción. Y en términos de lo negativo, es un lugar de mucha responsabilidad, si uno se lo toma en serio sos la cabeza visible de todo y siempre cuando coordinás a más personas, si son más las personas que están hablando en tu nombre o te representan en diferentes espacios, siempre corrés más riesgos que si sos vos la única que te representás. Pero me parece que el saldo es positivo.” (mujer menor 40 años-centro derecha)
“A mi me parece que tienen más fuerza, que las que están convencidas tienen más fuerza, tienen más practicidad para resolver los problemas cotidianos, por lo tanto los movimientos van adelante. (...) Y después le dan una cosa que a mi me gusta mucho cuando las escucho (...) que dicen claramente lo que van a hacer, con lo cual se entiende más lo negativo y se entiende más lo positivo, o sea que uno sabe a qué atenerse. Y eso a mi me gusta en política, porque sino es como una nebulosa.” (mujer mayor 40 años-centro izquierda)
“...lo que hace la mujer es capacitarse más, entonces eso le saca me parece a mi horas de sueño, trabaja más tiempo para capacitarse y lograr ese cargo, entonces cuando compite alguien con más currículum, en esta sociedad como esta que esta evolucionado, se le da el lugar.”((mujer mayor 40 años-centro izquierda)
Algunas consideraciones finales
Nos queda en claro que para nuestras entrevistadas el comportamiento y la identidad de las mujeres está cambiando a medida que su participación en el mercado de trabajo va aumentando. Este incremento es muchas veces producto de una elección y un progreso en la trayectoria personal de las mujeres, pero también es consecuencia del avance de la globalización, quien va intensificando la femenización de la fuerza de trabajo. Además, este fenómeno no es homogéneo para todas, sino que va cobrando diferentes realidades de acuerdo al lugar que las mujeres ocupen en la esfera social y a los diferentes contextos socioeconómico y políticos. En muchos casos, las fuerzas de mercado han generado trabajos para las mujeres con modalidades mucho más precarias que para sus pares masculinos.
También es cierto que el ingreso masivo de las mujeres al mercado laboral, tuvo como correlato una búsqueda por la igualdad de géneros en todas las restantes áreas de la esfera pública. En este sentido, todas nuestras entrevistadas han enfatizando la necesidad de que las mujeres aumenten, además de su autonomía monetaria y el control de sus vidas, su participación en la política y en las esferas de poder.
Por otro lado, este proceso de proyección de las mujeres sobre el ámbito público, ha desencadenado conflictos y tensiones no sólo en el tejido social, sino también al interior de las mujeres, quienes se ven cotidianamente expuestas a una dramática negociación entre la vida doméstica, la vida laboral, la vida comunitaria y la vida política. El desafío fundamental aparece así, en la voz de estas mujeres, en cómo combinar la búsqueda de la equidad, preservando aquellos rasgos y espacios de género que contribuyen al bienestar individual, familiar y de la sociedad, sin reproducir desigualdades de género basadas en relaciones de poder desiguales.
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